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Matar a un ruiseñor. Harper Lee. (To kill a mokingbird. 1960)
Las cosas que se heredan son una “maldición tribal” (p. 85)
“No hay otra cosa más muerta que una calle desierta, aguardando”. (p. 100)
Un ejemplo de velada ironía, muy frecuente en toda la novela:
“-Esta mañana parece usted un cuadro.
Jamás le oí decir a Atticus qué clase de cuadro” (p. 106)
“La atmósfera traía una insinuación del verano…” (p. 108)
“Dos edades geológicas más tarde, oímos las suelas de los zapatos de Atticus arañando las escaleras de la fachada” (p. 109)
“Pero antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno mismo.” (p. 111)
“Tenía la cara del color de una funda sucia de almohada…” (p. 112) “… pupilas negras, pequeñas como una punta de aguja”.
“Yo dije que me gustaría mucho, lo cual era una mentira, pero uno debe mentir en ciertas circunstancias… y en todas las ocasiones en que no puede modificar las circunstancias”. (p. 132)
“.. había nacido en caso acusativo; era un murmurador incurable”. (p. 132)
“En Maycomb, si uno salía a dar un paseo sin un objetivo concreto en la mente, era acertado creer que su mente era incapaz de un objetivo concreto”. (p. 151)
“Atticus decía que para ser cortés había que hablar a las personas de lo que los interesaba, no de lo que pudiera interesarnos a nosotros”. (p. 157)
“los motores tosieron”. (p. 157)
“Atticus se sentó e hizo un signo de cabeza al fiscal del distrito, el cual movió la suya negativamente mirando al juez, quien dirigió una inclinación de la suya a míster Tate, que se levantó muy tieso y bajó del estrado de los testigos”. (p. 172)
“no tenía barbilla digna de mención: parecía formar parte de su cuello”. (p. 173)
“… los suaves ruidos bovinos de las damas mascando pastelitos”. (p. 234)
Imaginación: los ojos son dos granos de uva; el corazón, hígado crudo; los intestinos, spaghuetti.
“Claro que podría equivocarme, naturalmente, pero yo creo que está completamente vivo. Manifiesta todos los síntomas de estarlo. Ve a echarle un vistazo y cuando yo regrese nos reuniremos los dos y decidiremos”. (p. 266)
Las cosas que se heredan son una “maldición tribal” (p. 85)
“No hay otra cosa más muerta que una calle desierta, aguardando”. (p. 100)
Un ejemplo de velada ironía, muy frecuente en toda la novela:
“-Esta mañana parece usted un cuadro.
Jamás le oí decir a Atticus qué clase de cuadro” (p. 106)
“La atmósfera traía una insinuación del verano…” (p. 108)
“Dos edades geológicas más tarde, oímos las suelas de los zapatos de Atticus arañando las escaleras de la fachada” (p. 109)
“Pero antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno mismo.” (p. 111)
“Tenía la cara del color de una funda sucia de almohada…” (p. 112) “… pupilas negras, pequeñas como una punta de aguja”.
“Yo dije que me gustaría mucho, lo cual era una mentira, pero uno debe mentir en ciertas circunstancias… y en todas las ocasiones en que no puede modificar las circunstancias”. (p. 132)
“.. había nacido en caso acusativo; era un murmurador incurable”. (p. 132)
“En Maycomb, si uno salía a dar un paseo sin un objetivo concreto en la mente, era acertado creer que su mente era incapaz de un objetivo concreto”. (p. 151)
“Atticus decía que para ser cortés había que hablar a las personas de lo que los interesaba, no de lo que pudiera interesarnos a nosotros”. (p. 157)
“los motores tosieron”. (p. 157)
“Atticus se sentó e hizo un signo de cabeza al fiscal del distrito, el cual movió la suya negativamente mirando al juez, quien dirigió una inclinación de la suya a míster Tate, que se levantó muy tieso y bajó del estrado de los testigos”. (p. 172)
“no tenía barbilla digna de mención: parecía formar parte de su cuello”. (p. 173)
“… los suaves ruidos bovinos de las damas mascando pastelitos”. (p. 234)
Imaginación: los ojos son dos granos de uva; el corazón, hígado crudo; los intestinos, spaghuetti.
“Claro que podría equivocarme, naturalmente, pero yo creo que está completamente vivo. Manifiesta todos los síntomas de estarlo. Ve a echarle un vistazo y cuando yo regrese nos reuniremos los dos y decidiremos”. (p. 266)