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Tolkien, J. R. R.; El señor de los anillos.
“A la hora de la tarde en que las velas se encienden”.
“Estos grajos dieron la voz de bienvenida a casa”.
“Entonces tuvo nostalgia de amable compañía y el deseo del viaje murió en él”
“De los neblinosos recuerdos de estos niños, de sus narraciones inconclusas y de sus fragmentos de canción nacieron muchas leyendas extrañas que deleitaron a los Hombres por largo tiempo y quizá los deleitan todavía.”
“Entonces respondió Rúmil: -son tus preguntas casi tan largas y verbosas como mis cuentos, y la sed de tu curiosidad secaría un pozo más profundo que el de mi ciencia si te dejara beber y acudir a mí sin impedimento, según lo desearas. En verdad, no sabes lo que preguntas ni la longitud y la complejidad de las historias que quisieras escuchar. Mira, el sol está ya bien alto sobre los tejados, y esta hora no es buena para contar cuentos. Más bien ya es hora, y aun algo pasada, de quebrar el ayuno.”
“Entonces Narmorë, cuyos pies permanecen invisibles por lo grande de su velocidad,…”
“Mis dudas se echaron a dormir”. (p. 74)
(El siguiente es, probablemente, uno de los fragmentos más conocidos y citados:)
“-Merece la muerte.
-La merece, sin duda. Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.”
“Había estado despidiéndose del barril de cerveza en la bodega”.
“La noche se quejaba de la mañana que le habían quitado”.
“A la hora de la tarde en que las velas se encienden”.
“Estos grajos dieron la voz de bienvenida a casa”.
“Entonces tuvo nostalgia de amable compañía y el deseo del viaje murió en él”
“De los neblinosos recuerdos de estos niños, de sus narraciones inconclusas y de sus fragmentos de canción nacieron muchas leyendas extrañas que deleitaron a los Hombres por largo tiempo y quizá los deleitan todavía.”
“Entonces respondió Rúmil: -son tus preguntas casi tan largas y verbosas como mis cuentos, y la sed de tu curiosidad secaría un pozo más profundo que el de mi ciencia si te dejara beber y acudir a mí sin impedimento, según lo desearas. En verdad, no sabes lo que preguntas ni la longitud y la complejidad de las historias que quisieras escuchar. Mira, el sol está ya bien alto sobre los tejados, y esta hora no es buena para contar cuentos. Más bien ya es hora, y aun algo pasada, de quebrar el ayuno.”
“Entonces Narmorë, cuyos pies permanecen invisibles por lo grande de su velocidad,…”
“Mis dudas se echaron a dormir”. (p. 74)
(El siguiente es, probablemente, uno de los fragmentos más conocidos y citados:)
“-Merece la muerte.
-La merece, sin duda. Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.”
“Había estado despidiéndose del barril de cerveza en la bodega”.
“La noche se quejaba de la mañana que le habían quitado”.